
Lo necesitaba la Liga y lo requería el campeón. No existe un torneo mediocre con un final así. No hay un equipo mediano con una determinación tan grande. El Madrid ha ganado su 31ª Liga y la ha conectado con todas las demás, con su historia fabulosa, con esa leyenda que niega la rendición por encima de cualquier adversidad. Que nadie lo olvide: el uniforme es blanco para llenarlo de barro y de sangre. Y así terminaron las camisetas anoche. Manchadas de gloria. De campeón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario